Nunca hemos visto una cosa igual

12 de enero, Viernes . I Semana Tiempo Ordinario

Cada vez más nos cuesta sorprendernos de algo. Nuestras ventanas al mundo que son las pantallas nos traen tantas cosas que cada ez es más difíccil sorprendendernos. Nuestras mayores sorpresas son con nosotros mismos, cunado vivimos experiencias internas que nos mueven de nuestra caja.

La acción de Jesús transforma ene ste caso al paralítico, pero en la escena hay un sujeto colectivo que es la gente que es testigo de la curación. Esa gente representa a un colectivo desesperanzado que encuentra en Jesús signos de algo nuevo y distinto que viene para ellos.

Poder ahacernos niños y aprender a sorprendernos de nosotros mismos significa que nos hemos puesto en un camino de conversión. Recorreremos lugares, modos que anten no habíamos visto y en esa novedad nos esperan cosas como para decir: Nunca hemos visto una cosa igual. Feliz viernes.

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