22 de mayo, Viernes V de Pascua
En un mundo que multiplica contactos pero escasea en vínculos profundos, la palabra amigo parece haber perdido peso. Las redes sociales nos conectan, pero no siempre nos encuentran. Y sin embargo, seguimos necesitando de encuentros en los que ser reconocidos, acogidos y queridos de verdad.
En el Evangelio, la amistad no es sólo afecto, sino que es elección, es entrega, es confianza. Jesús no impone, propone una relación donde el amor se traduce en dar la vida, en compartir todo lo recibido, en generar un fruto que permanezca. Llama amigos a quienes viven en ese amor.
Hoy podríamos parar y recordar los nombres que han tejido nuestra historia con hilos de amistad real. Hagamos huecos en nuestra agenda y en nuestro corazón a esos vínculos que nos humanizan. Recordemos también que nosotros también podemos ser para otros, presencia que elige, cuida y permanece. Feliz viernes.
