6 de julio, domingo de la XIV semana del tiempo ordinario
Cuando miramos a nuestra casa, el mundo, nos encontramos en una casa llena de guerras, conflictos y violencia que mata demasiada gente. Necesitamos urgentemente revertir esta dinámica de destrucción mutua (autodestrucción) por otra que ayude a construir vida.
El discípulo de Jesús está llamado a traer la paz a esta casa. La paz (shalom) es la propuesta de una vida que se plenifica, no que se destruye. La experiencia de Jesús se convierte en experiencia de vida poderosa para dar más vida.
Hoy podríamos dar un paso más hacia la paz. Primero, cada uno de nosotros necesita vivir con más paz, con menos agitación y agobio. Se trata de ir convirtiéndonos en oasis de paz en este inmenso desierto del desasosiego. Feliz domingo.
