18F > iNNoVaNDiS se desmelenó
Por Asun Ibáñez, Directora Académica iNNoVaNDiS
El pasado 18F celebramos, por fin, nuestra fiesta aniversario. Como todxs sabéis, se está poniendo de moda esto de hacer autobiografías (o que te las hagan, bien sean oficiales o no), así que nosotrxs no queríamos ser menos que lxs famosetes de la tele, y es por ello por lo que hemos querido compartir cómo se sintió el X Aniversario de iNNoVaNDiS desde dentro, para que así, lxs que estuvisteis podáis rememorar las sensaciones vividas, y lxs que no pudisteis acompañarnos conozcáis y os podáis imaginar lo allí vivido.
Cuatro y media de la tarde. Sociedad Gastronómica. Sonido funciona y proyector ok (lo nuestro nos costó). Distribución de la sala acordada (tras mucho debate): ¿mesas en la pared y sillas a la izquierda dejando pasillo junto a la pared o sillas en dos columnas con pasillo en medio? ¿Playa o montaña?. Finalmente las sillas están en su sitio, la mesa de recepción está lista para poder comenzar a dar la bienvenida unx a unx a lxs iNNoVaNDeRs, a la Crew, a colaboradorxs y a Friends (los de la serie no pudieron venir).
Está toda la Crew en pleno. Han respondido TODXS a la llamada, todxs a una cual Fuenteovejuna (bueno, a Joserra le tocaba currar, pero nos mandó un whatsapp de esos que te dejan claro en dónde tiene el corazón la persona que lo escribe). Gracias de nuevo, equipo, es un lujo trabajar con personas tan comprometidas con el proyecto.
Repaso la lista: Hasta 59 personas nos juntamos físicamente y otras tantas que nos escribieron desde lejanos lugares o cercanos compromisos que no pudieron abandonar para estar con nosotrxs. Tranquilxs, todxs estabais también con nosotros. A la próxima nos montamos un Periscope y nos convertimos en trending topic mundial. Lo pensamos, pero si lo hubiéramos hecho hubiéramos dejado en muy mal lugar a los del Chiringuito de Jugones y no es plan de chafarle la noche a Pedrerol, que nunca se sabe si alguna vez lo tendremos que invitar a que participe en algún “Loving Catch”.
La cocina a tope, parece que estuviéramos en fallas de la cantidad de arroz y pollo que se ve, el comedor está preparado. Omaiga!!! Los micros en los que los iNNoVaNDeRs deben hacer sus declaraciones no tienen pilas!!! Danger, danger!!! Hay que salir rauda y velozmente a comprar pilas y bolis.
Seis de la tarde. Comienzan a llegar lxs más puntuales (no os lo vais a creer pero NO llegó nadie tarde, debían ser las ganas de volver a vernos…). Adelante. Nadie se libra de su etiqueta identificadora, su abrazo de “cuánto tiempo sin vernos” (por lo menos lxs que, efectivamente, llevábamos mucho tiempo sin vernos y, los que, aun viéndonos más a menudo, nos encanta eso del achuchón), las instrucciones a seguir y el feisbuk analógico para no dejar escapar los datos de ni una sola persona de las que íbamos a tener la suerte de conocer.
Luego toca “pasar por el photocall”, que a estos de iNNoVaNDiS les va mucho eso de fotografiarse y grabarse con preguntitas toca narices y… empieza el espectáculo. ¡Qué maravilla! Se respira ambiente de boda. La gente habla que aquello es un no parar. Algunxs se quieren hacer el sueco pensando en que vamos a tener compasión y les vamos a permitir no salir en la pantalla amiga. Están todos como locos hablando unxs con otrxs, conociéndose, re-conociéndose, recordándose, presentándose, contándose, riéndose, compartiendo… Dicen que se llama “hacer network” pero a mí me dio la impresión de que era más que eso.
Siete de la tarde. El ponente ya ha llegado hace un buen rato. Se supone que su charla inspiradora debía dar comienzo a las 19.00 pero se ve que todxs están tan enfrascados en sus conversaciones que nos da pena cortarles… Yo acabo de conocer a Aitor Francesena. Una persona a la que no conocía de nada y que, al final de la noche me dedicaría las palabras más bellas que jamás he escuchado. Y no, no estoy exagerando. Una persona que no me había visto jamás. Alguien que abrió unos ojos verdes llenos de luz y me miró intensamente, tanto, que llegó a mi interior sin yo darme cuenta. Ahí donde sólo han entrado mis seres más queridos. Pero eso es otra historia… mirar mi facebook si os pica la curiosidad… (el de papel no, el otro, el de la letrita azul. ¡Pero cómo! ¿Que no lo tienes? ¿Que aún no me tienes en tu LinkedIn? ¿¿¿Que aún no has puesto en tu LinkedIn que eres iNNoVaNDeR??? ¡¡¡Pero qué me estás contando!!!!
“No, venga, va, corta ya que empezamos”. Allá voy. Me toca decir esas palabras que todos estaban esperando. Bueno, probablemente todos no, pero sí la crew. Sobre todo Jonmi que quería mandarme a la tele… Pero, ¿qué se puede decir cuando ya se ha dicho todo? Y, sobre todo, ¿qué puedo decir sin que la emoción me lleve al llanto? Ya, está, Ho’oponopono. Y de esta palabra hawaiana a sus olas y, de éstas, al surf, y, del surf a Aitor Francesena, “Gallo”, actual campeón del mundo de surf en la categoría “visually impaired” del ISA World Adaptive Surfing Championship, autor de varios libros y entrenador de muchos de los grandes surfistas que ha dado el País Vasco, como Aritz Aranburu y Hodei Collazo. Alguien que siendo todo eso, además, constituye un ejemplo a seguir y del que aprehender.
Aitor nos mantuvo durante dos horas largas pegados a nuestros asientos. Os aseguro que muchos de ellos no eran nada cómodos y, sin embargo, nadie se movió del sitio. Pestañear sí, porque no os voy a negar que lágrimas, algunas, se derramaron… No sé si durante estos días habéis pensado sobre la dificultad que encarna mantener a tu público fiel cuando no percibes sus reacciones. Normalmente, cuando hablamos en público, percibimos el feedback de manera casi inmediata. Vemos que la gente bosteza, hablan con el/la de al lado, etc. y en función de eso ajustamos nuestro comportamiento y enfatizamos algunas frases más que otras, preguntamos e interactuamos, etc. ¿Pero cómo es posible modular tu voz, moldear el mensaje y adaptarlo cuando no ves las reacciones del oyente?
Todos nos quedamos con algunas de sus palabras textuales como “bola pequeña, bola mediana, BIG bola” y “sacrificio, superación y satisfacción”. Y, a todos nos contagió su energía, positivismo, lucha constante, perseverancia, amor propio. Qué acertado estaba Alan Turing cuando repetía eso de que “aquella persona que nadie imaginaba que pudiera hacer nada es capaz de hacer cosas que nadie imaginaba”.
Lo que más me impactó de toda la charla fue cuando nos describió qué sintió cuando se quedó ciego: “Respiré”. Esa especie de alivio al saber con certeza que, por fin, había llegado el momento tan temido durante toda su vida. “Ya está”. Ese momento que le llevó al “aquí y ahora”, a utilizar sentidos que le han llevado a prestar una atención plena. La vista es un sentido tan “obvio” y “fácil” que, cuando nos guiamos sólo por ella, perdemos muchos matices, a veces tan importantes que nos hacen perder grandes oportunidades.
Nueve y media (más o menos porque nos liamos un poco a firmar libros mientras recogíamos la sala…). Ojan se había encargado de que tuviéramos todos una cena deliciosa, abundante y no muy cara. Gracias, Jon. Un brindis fue por ti.
Y por fin llegan el postre y el café. Ruth, Isabel y yo misma nos dedicamos a atar manos, unas con otras, como si hubiéramos sido carceleras, o ladronas de bancos, o corsarias o… vete tú a saber qué, en alguna otra vida pasada. Sí, eso de intentar hacer algo con tus manos atadas a las de otras dos personas, que a su vez están atadas a otras, que a su vez… y así toda tu mesa, hace complicada la tarea más sencilla. Echar el azúcar, llevarte un pastel a la boca o rellenar una hoja con tu voto se convierten en acciones que deben hacerse en colaboración, a través de la escucha activa y la coordinación. Sí, eso sí que es verdadero trabajo en equipo y no un mero reparto de tareas. Y es entonces cuando, de una manera divertida (para unxs más que para otrxs), nos hacemos conscientes de que, cuando yo hago algo, eso afecta a los que me rodean e, incluso, a los que les rodean a los que a mí me rodean. Ahora el liderazgo sistémico puede entenderse un poco mejor.
Para acabar la velada, premio a Iñigo Alday que descubrió a la fake de la noche (Elena Velasco). Iñigo se llevó uno de los libros de Aitor Francesena. Y reparto de diplomas. Sólo para que quede constancia, los diplomas fueron para:
- Fashion Victim (ha venido de punta en blanco): Telmo Sixmilo
- Trotamundos (ha viajado por todo el mundo): Miwi
- Happy Happy (ha sido la persona más simpática de la fiesta): Nerea Amenabar
- Glotón (no ha dejado ni una miga en el plato): Julen Ferraut
- Mudito (me ha costado dios y ayuda sacarle información): Alex Hernáez (este premio yo creo que ha sido tongo pero bueno…)
- Patiño (me ha hecho las mejores preguntas, tiene alma de cotilla): Clara Sancho
Y, como toda entrega de Oscars, Goyas o similar que se precie, por supuesto teníamos un Premio Honorífico Mercedes Milá a toda una carrera en Gran Hermano Shaky para Alex Hernáez. Atentos, 13Gs que pronto podréis descubrir (o sufrir) de qué va este premio…
A lo dicho, Ho’oponopono, y hasta siempre.
*Fotos.
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