Cuando las profesiones del futuro, están en el presente

Por Imanol de la Varga, colaborador de Donostik.

Miremos atrás. Retrocedamos quince años. El milenio acaba de empezar.

En las secretarías de las empresas ya se empiezan a ver ordenadores. Esos ordenadores que para encenderse necesitan veinte minutos y que como mucho permiten enviar emails y acceder a un par de webs.

Parece que el efecto dos mil ya ha quedado atrás; el miedo a la revolución de las tecnologías ya ha pasado y la idea de la tan anunciada debacle mundial se ha disipado por completo.

Ya hace una década, las tecnologías surgidas pocos años atrás tenían gran influencia en la sociedad, y todo el planeta estaba  pendiente de los efectos de estas herramientas.

Pero en aquel entonces pocos imaginarían el avance que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación tendrían en los próximos años. Hay quien veía en el futuro coches voladores, casas en la luna o incluso la posibilidad de tele transportarse. Pero el tiempo ha desmontado que el que sería el futuro, que ahora es el presente, está dominado, sobre todo, por las TIC.

Volvamos al presente. Mira a tu alrededor. ¿Cuántas personas están conectadas?

Prácticamente no hay nadie que se salve. Todo el mundo está conectado, ya sea a través del móvil o del ordenador; pero también a través de otros aparatos que pasan más desapercibidos. Los relojes, las televisiones, o incluso las lavadoras y los frigoríficos cuentan ya con conexión. En pocas palabras Internet ha penetrado en la vida cotidiana de los ciudadanos como nunca antes lo había hecho nada o nadie. Internet está presente en cada momento de nuestras vidas, en cada paso que damos y en cada paso que no damos.

Todas estas revoluciones en el sector han revolucionado a su vez otros entornos, tanto laborales como sociales. En el sector empresarial las puertas abiertas por las TIC han sido casi infinitas, revolucionando la práctica totalidad de los ámbitos de trabajo.

En este post, intentaremos hacer un análisis de los nuevos y variados perfiles que se han generado a partir de la denominada revolución tecnológica, pero que nada tienen que ver con aspectos técnicos. Aquí va la lista de profesiones inimaginables hasta hace poco.

 

Gestores de datos

La exorbitante penetración de Internet en la sociedad y la masiva participación de los usuarios, hace de internet un enorme banco de datos. Datos de cualquier ámbito y de cualquier persona pueden estar a un par de clics de quien los quiera.

Como bien se deja ver con el emerger de la idea del Big Data, los datos pueden usarse para distintos fines. Ya sea llevar a cabo marketing personalizado por parte de un comercio o el control de ciudadanos por parte de un gobierno o una institución. Se les dé el uso que se les dé, no hay duda de que es ya un ámbito con gran potencial en el sector. En el presente ya hay una gran demanda de profesionales que sepan gestionar adecuadamente estos datos, pero todavía hay una gran escasez de profesionales con un perfil desarrollado. Está claro, por lo tanto, que es un ámbito con un gran potencial todavía por explotar.

 

Abogados en anonimato y gestores en deshacerse de los datos

Siguiendo con el tema de los datos,  los abogados especializados en anonimato tendrán un gran papel en el futuro inmediato. Muchos desearían que datos relacionados con su persona desapareciesen de la red. La cada vez mayor demanda del denominado “derecho al olvido”, y las dificultades para obtener este derecho, ha puesto en entredicho la privacidad personal de los usuarios en Internet.

Pero no solo las personas físicas, empresas y corporaciones también luchan por hacer desaparecer informaciones y contenidos perjudiciales para ellos.  Por ello, hacen falta graduados en derecho especializados en el anonimato. Personas que sepan los mecanismos y los entresijos del marco legal en lo que a la privacidad se refiere.

 

Auditores del estilo de vida

Este es un aspecto directamente relacionado con el anterior. Considerando la personalización de contenidos que permite el Big data, nos hemos acostumbrado a recibir contenidos exclusivos para nosotros. En este sentido, relacionado estrechamente con el análisis de datos, está el análisis del estilo de vida de las personas.

La auditoría del estilo de vida, va más allá del puro análisis de datos. Además de tener en cuenta los datos, y las relaciones que existen entre ellos, los auditores del estilo de vida se tendrán que encargar de analizar los hábitos desde un punto de vista más humano. Los datos y sus relaciones pueden aportar grandes conocimientos en torno al estilo de vida de cierta sociedad, pero no dejan de ser relaciones técnicas y automatizadas. La labor del auditor de vida será analizarlos desde un punto de vista social.

 

Desarrolladores de tinta para impresoras 3D

Esta curiosa profesión surge para dar respuesta a una de las grandes revoluciones contemporáneas. Las impresoras 3D se están abriendo un hueco importante el mercado, pero aún falta potencial para su completo desarrollo. Se prevé que las impresoras 3D fabriquen materiales industriales, prótesis corporales, e incluso alimentos. Está claro que el proceso de fabricación de cada uno de estos productos no será el mismo.

Una de las principales diferencias del proceso serán las “tintas” utilizadas para la impresión de cada uno de los productos. Las características de estos materiales deberán variar en función del resultado deseado. Y quien se encargará de diseñar y crear esas tintas especiales son los desarrolladores de tintas. Los profesionales en este sector deberán de tener grandes conocimientos acerca de los materiales, y tendrán que tener en cuenta infinidad de aspectos que garanticen que las tintas sean adecuadas para las distintas etapas del proceso de impresión de los objetos.

Legacistas

No hace falta ni que decir que Internet permite un almacenamiento casi infinito de información. Aprovechando esta oportunidad se requieren hoy en día personas capaces de recoger información y transmitirla. Hay millones de personas que se encargan de alimentar Internet con inmensas cantidades de información y contenido; pero en este caso, los legacistas deberán pensar en un horizonte más lejano, y buscar y recoger información que será útil en un futuro más alejado.

Hasta ahora se ha hecho un gran esfuerzo para tratar de conservar la sabiduría popular de comunidades o de familias, con intención de preservar tradiciones y culturas. Pero en el sector empresarial, esta dinámica también está en auge. Los empresarios están apostando por recoger el conocimiento de la compañía para que los sucesores puedan heredarlo en el futuro. Y es que cada vez es más la gente que confía en la filosofía que dice que para que el presente sea un éxito hace falta conocer cuáles son los cimientos de esa realidad, los cuales se sitúan en el pasado.

 

Terapeuta de desintoxicación tecnológica

Este es, seguramente, el perfil más contradictorio de los mencionados en esta lista. Todos sabemos que las oportunidades que nos ofrecen las TICs son descomunales, pero también hay que tener en mente los riesgos que acarrean. Hay quien le presta más atención a su móvil que a sus seres queridos, y es por eso que hacen falta terapeutas para ayudar a estas personas. Las TICs generan, por lo tanto, opciones de negocio alejadas de las TIC; una paradoja que no deja de ser reflejo de la realidad.

Es un sector con grande expectativas de futuro en el ámbito de la psicología. Ya hay “centros de desintoxicación” de este tipo, y en ciertas universidades de psicología es un fenómeno que se estudia de forma profunda. Se prevé que en el futuro sea un campo más de la psicología o incluso de la medicina.

Inversores semilla

Este perfil no atiende a un perfil tan profesional como los anteriores. Los inversores semilla son aquellas personas dispuestas a financiar empresas emergentes, empresas que llevan a cabo su labor sobre todo en Internet o a través de ella. Los inversores semilla son personas individuales entidades que financian a las StartUps en mejores condiciones que lo harían los bancos. El préstamo, en estos casos, no es un préstamo alto ni con grandes intereses. El objetivo es más bien, sacar adelante un proyecto con una inversión asumible tanto para el empresario como para el prestamista.

Es cierto que hay quien se dedica a financiar de esta forma a emprendedores de manera profesional, pero el principal objetivo de estos no puede ser sacar un gran beneficio de su actividad, el objetivo ha de ser el de echar una mano a personas con gran potencial que están apostando por nuevas ideas.