El lado oscuro del emprendimiento
Por Blanca Boix, 6G
En el anterior post os presenté los unicornios europeos, esas startups valoradas en más de mil millones de dólares americanos. Son un gran ejemplo de cómo emprender con éxito y sacar adelante ideas disruptivas que cambian por completo el panorama del sector.
Pero, cuidado… ¿cómo cambian el sector? ¿Cuál es su valor en la sociedad? Algunas ofrecen alternativas atractivas de transporte, otras comparan vuelos e incluso facilitan las transacciones internacionales. Aún así… ¿son realmente necesarias?
Cada vez más personas toman la decisión de emprender con la ambición de llegar a ser parte del selecto club de las tres comas. Este arriesgado camino, muy alejado de la comodidad y seguridad de un puesto de trabajo fijo, está lleno de retos y decisiones, empezando por: ¿qué quiero cambiar/mejorar?
Este post no pretende desprestigiar el ecosistema startup ni a los valientes emprendedores, sino cuestionar el camino que el emprendimiento está tomando y plantear inquietudes acerca de cómo se valoran y priorizan las ideas.
UNA NUEVA BURBUJA TECNOLÓGICA
Uno de los mayores debates en Silicon Valley ahora mismo es si estamos frente a nueva burbuja tecnológica. Tras la explosión de las Punto Com en 2001 muchos se preguntan si hemos llegado a otro pico de empresas sobrevaloradas. Existen cuatro factores citados por Forbes que sugieren una inminente llegada al punto de inflexión:
1) La caída del mercado de las IPO
Cada vez se están cuestionando más las IPOs o salidas a bolsa de las nuevas startups. La valoración en las nuevas IPOs ha caído en picado en los últimos meses, así como el promedio del valor de cada IPO. Además, el número de acuerdos cerrados en 2015 fue menor en comparación a los años anteriores, e incluso la prometedora Dropbox tuvo que retirar la idea de salir a bolsa.
2) Los turistas se van de Silicon Valley
Se conocen como turistas a los fondos de inversión y otras instituciones financieras llegadas al valle con el boom de las startups. A diferencia de las Venture Capital desconocen el sector, por lo que no sirven como asesores para aquellas empresas tecnológicas con un rápido crecimiento. Su retirada demuestra una bajada en el atractivo de estas startups, lo que nos lleva al siguiente factor.
3) Empresas con pérdidas sobreevaluadas
Evernote, Snapchat o Pinterest son claros ejemplos de modelos de negocio de dudosa rentabilidad que han sido valorados por su gran masa de usuarios en vez de por su capacidad de generar ingresos. Al igual que pasó con Twitter, están llamados a ser reajustados a valores más realistas. Los anteriormente mencionados turistas, invirtieron en ellos cegados por el boom, cerrando rondas de financiación con valores exagerados que luego no han podido sostener en las siguientes rondas.
4) Números abultados para atraer nuevo capital
Se han engrosado los números acerca del potencial mercado y resultado de varias startups para seducir nuevo capital externo al valle. Es una buena forma de mantener la cadena de sobrevaloración mientras los inversores iniciales se retiran, dejando el problema en manos de los nuevos e inexpertos inversores.
THE NEXT BIG TREND
¿Cómo hemos llegado a este boom?
Una de las respuestas se encuentra en las redes sociales. Tras el éxito de Zuckerberg muchas personas comprendieron el potencial en este nuevo medio de comunicación. Aunque no ha sido el único factor clave: la llegada de internet al móvil, los wearables y otras innovaciones tecnológicas han abiertos las puertas a un sinfín de empresas potenciales relativamente sencillas de construir y con una necesidad de infraestructura relativamente pequeña.
Por otro lado, business schools punteras como Stanford o Harvard han animado a sus estudiantes a tomar este camino, tendencia a la que se están uniendo progresivamente el resto de universidades a nivel mundial. Las ofertas de MBA enfocadas en emprendimiento y su demanda han aumentado de forma relevante en los últimos años.
NO es un problema que cada vez haya más medios y personas interesadas en emprender. Todo lo contrario: es fantástico ver que hay gente inconformista que quiere llevar a cabo proyectos rompedores. El problema radica en el enfoque a la hora de emprender.
La gente está más centrada en unirse al Next Big Trend que en desarrollar proyectos que realmente le apasionan. Si paseas por los co-working space e incubadoras del valle descubrirás que una parte significativa de las empresas comienzan su pitch con somos el “Tinder para…” o el “Uber de…”. Palabras como geolocalización, big data, sharing economy, realidad virtual o growth hacking llenan los discursos de los nuevos emprendedores. Asimismo, verás que el fin último de una parte de ellos es escalar una idea para venderla. Serial entrepreneurs o emprendedores en serie que sólo buscan acumular éxitos sin importar el producto o servicio que desarrollan.
NECESIDADES O CAPRICHOS
Es cuestionable la verdadera aportación de muchas startups exitosas. Tomando como ejemplo los 16 unicornios europeos, podemos ver que las necesidades que cubren las nuevas startups están relacionadas con hacer más fácil nuestra vida. Ofrecen música en streaming, entrega de comida a domicilio, pagos online, tiendas virtuales o comunidades de personas con intereses similares. Todas ellas satisfacen los pequeños deseos de una parte de la sociedad acomodada, dejando de lado necesidades básicas como la educación, salud o energía. Son caprichos de los que podemos prescindir sin mucho esfuerzo.
EL DILEMA
Por todo lo anterior nos encontramos frente al siguiente dilema: ¿estamos invirtiendo en las ideas adecuadas? ¿Estamos priorizando aquello en lo que verdaderamente necesitamos emprender o nos estamos dejando llevar por caramelos de corta duración?
Considero que hay ser crítico a la hora de emprender. Cualquier proyecto no sirve. Tiene que ser viable, con proyección y con un buen equipo preparado y motivado. Aunque no solo eso; debemos apostar por proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad.
Tal y como uno de los emprendedores españoles de referencia, Adeyemi Ajao declaró en El País “si alguien piensa que en 10 años el sector tecnológico va a ser más pequeño de lo que es ahora, está equivocado”. La industria tecnológica no va a dejar de crecer. Por eso, es realmente importante que reflexionemos hacía donde lo queremos enfocar.
Square, Tinder o Eventbrite, entre otras, son interesantes propuestas para facilitar nuestro día a día, pero no pueden ser las empresas que se lleven el mayor trozo del pastel y monopolicen el interés de los emprendedores. Es necesario replantear el escenario emprendedor hacia una visión más social y sostenible para iluminar ese lado oscuro y cumplir con la frase más repetida en los pitch de TechCrunch “make the world a better place”.
Hola Blanca, es cierto que muchas de las actuales startups son «feature businesses» basadas en caprichos, que no buscan resolver grandes desafios de la sociedad. Pero si que hay algunos emprendedores que todos conocemos y estan haciendo mucho – que tiene en comun?
– Peter Thiel: Paypal (pagos), Palantir (big data), y medtech
– Elon Munsk: Paypal (pagos), Tesla (automocion sostenible), SpaceX (exploracion espacial), Inteligencia Artificial a titulo personal
– Mark Zuckerberg: Facebook (red social), y ahora inteligencia artificial, drones y medtech
– Larry Pagey Sergey Brin: Google (anuncios), GoogleX (todas las innovaciones arriba mencionadas y mas)
Lo que tienen en comun es que los fundadores de empresas que buscan crear un enorme cambio en la sociedad como Inteligencia Artificial, transporte o alimentacion sostenible, medtech y otros, empezaron primero construyendo negocios «capricho» que fueron enormemente exitosos. Ellos sabian algo sobre la sociedad y la gente que el resto no vieron con tal claridad: desde los cotilleos de Facebook a los pagos de Paypal a los anuncios de Google. Y estos son los que ahora estan moviendo el mundo.
Quiza crear negocios capricho no es el problema – quiza el problema es que hay demasiados negocios que se imitan a imitar a otros o ofrecer soluciones similares y con peor ejecucion.
Recomiendo altamente el libro «Zero to One» de Peter Thiel.
Un saludo
Kaixo Ander,
Buenísima reflexión. Totalmente de acuerdo con <>
No me había planteado esa visión del emprendedor que evoluciona de ideas simples y “comerciales” a proyectos de gran impacto social. Las personas que mencionas son claros ejemplos de que una forma efectiva de generar ese impacto a largo plazo (inteligencia artificial, transporte, alimentación sostenible, medtech, etc.) es comenzar por tener éxito en industrias más superficiales, obtener un reconocimiento y capital, que luego poder invertir en proyectos con mayor trascendencia.
Veo que el post que he escrito tiene una visión más reducida. Se limita a analizar el tipo de empresas que acaparan las portadas y rondas de inversiones iniciales, sin tener en cuenta la trayectoria evolutiva de sus creadores.
Tenía pensado enlazar las conclusiones de este post con un nuevo post sobre emprendimiento sostenible, aunque ahora con tus aportaciones me encantaría extender las conclusiones de este post (con tu permiso y revisión a ser posible).
Ya había escuchado sobre el libro Zero to One pero tras tu comentario, ¡definitivamente tengo que leermelo!
Eskerrik asko Ander, eres un crack 🙂
Hola de nuevo!
En el comentario anterior se me ha borrado lo que tenía entre las
Debería de aparecer esto:
Totalmente de acuerdo con «Quizá crear negocios capricho no es el problema – quizá el problema es que hay demasiados negocios que se limitan a imitar a otros u ofrecer soluciones similares y con peor ejecución.»
¡¡Un placer coincidir con vosotros, aunque sea elctrónicamente!! Con vuestro permiso, me cuelo en la conversación:
De acuerdo yo también, Ander, cuando hablas de la cantidad de proyectos que parecen mero copia/pega en un cierto entorno común (el boom del modelo Groupon y competidores de hace unos 3 años fue muy claro), aunque una buena ejecución es siempre la parte más importante de un proyecto (y no tanto la originalidad de la idea: http://www.nytimes.com/2014/02/28/technology/copycat-business-model-generates-genuine-global-success-for-start-up-incubator.html | http://javiermegias.com/blog/2011/10/tu-idea-no-vale-nada/ )
En cualquier caso, lo que creo que debe reivindicarse como una buena vara de medir ‘adicional’ (que no sustitutiva) al impacto social positivo generado por un proyecto es el cariño y el orgullo con el que dicho proyecto está construido. Y en esto, me animo a poner en valor el gen gipuzkoano: esa actitud que desde fuera muchas veces se interpreta como falta de atrevimiento a la hora de lanzarse al público con una propuesta imperfecta o incompleta. En realidad, cuando hay honestidad por detrás, refleja una vergüenza torera y un sentido de la responsabilidad que impide implicar a un usuario/cliente hasta no estar seguro de que desde el primer día que damos servicio, lo que hemos construido nos hará sentirnos orgullosos aunque seamos conscientes de que su utilidad y robustez sean mejorables y de que resultará provechoso para esos usuarios/clientes.
Y en ese sentido, estamos acostumbrados a ver mucho lo contrario: proyectos a la caza de financiación o clientes rápidos para dar el salto cuanto antes, sin que parezca que haya intención de desarrollar un proyecto útil, económicamente razonable y sostenible en el tiempo. Esto, más que el bajo ratio de proyectos con un relevante impacto social positivo frente a todos los nuevos proyectos que se lanzan, es lo que creo que debería preocuparnos. Aunque indudablemente, mejor nos iría si las expectativas de rentabilidad futura fueran perdiendo el protagonismo absoluto y único entre los criterios de elección de inversiones.
Que bueno que coincido con Oier en estos comentarios ya que este debate ya lo hemos iniciado en persona. El modelo Silicon Valley frente a nuestro Basque Style. La burbuja frente al pasito a pasito, seguros de lo que hacemos y siendo honestos. Realmente complicado jugar en ciertas ligas con un espíritu y una identidad tan marcada como la vasca. Pero bueno, nadie dijo que era un sprint y no una carrera de fondo. Cuanto aguante tienen los unicornios??
This is all a great thing and we all want to accomplish it.