¿Dónde están los unicornios europeos?

Por Blanca Boix, 6G

 

Los unicornios son animales mitológicos que se caracterizan por ser únicos y mágicos. De manera similar, en el mundo emprendedor se denominan unicornio a empresas singulares que sobresalen del resto.

Desde la publicación en TechCrunch del post «Welcome To The Unicorn Club» a final de 2013, se ha popularizado el termino para referirse a empresas tecnológicas de reciente creación con un valor de mercado de más de mil millones de dólares EE.UU.

Según su autora Aileen Lee, fundadora de Cowboy Ventures, estos unicornios solían ser una fantasía. Con la llegada de las redes sociales, varias startups supieron aprovechar su auge para crecer y consolidarse, siendo Facebook la primera “superunicornio”, valorada en más de 100 mil millones de dólares EE.UU.

Al escribir el artículo Aileen enumeró 39 unicornios. Hoy en día, este club ha crecido hasta ser más de 150 empresas. Los datos varían según la fuente, siendo las más fiables CBinsights con 152 y Fortune con 174.

Sin embargo, la lista de TechCrunch se centró principalmente en empresas de Silicon Valley (27 de las 39 compañías) y no incluyó ninguna empresa de fuera de los EE.UU. En la lista actualizada de CBinsights, aunque predominan las estadounidenses con 92 compañías, han comenzado a aparecer startups de diferentes orígenes, sobre todo chinas (25) e indias (7).

¿Dónde están los unicornios europeos? El dato es alarmante; de las 152 empresas que componen la lista, tan solo 16 son europeas. Más aún, Europa apenas genera el 6,7% del valor total acumulado por los unicornios (35,64 mil millones dólares EE.UU. del total de 532 mil millones de dólares EE.UU.). La cantidad de unicornios europeos es muy reducida y el valor medio generado por empresa es menor.

Existen grandes oportunidades y hay mucho por hacer.

 

EL CLAN DE LOS UNICORNIOS EUROPEOS

Son pocas pero estas 16 empresas disruptivas han transformado por completo sus sectores, cuando no han creado nuevos.

El país que encabeza la lista es Reino Unido con 5 unicornios. Le siguen Alemania con 4 y Suecia con 2. Países Bajos, Luxemburgo, Francia, República Checa y Escocia también tienen un unicornio cada uno.

El rey indiscutible dentro de este clan es Spotify. Esta startup sueca creada en 2008 ha revolucionado la industria de la música. Con un valor de mercado de 8,53 mil millones de dólares EE.UU., fue la primera en entrar en el selecto grupo de las 3 comas. Sus números son astronómicos: 60 millones de usuarios activos, de los cuales 20 millones son de pago, dispone de una base de datos de más de 20 millones de canciones y en 2015 se escucharon 20 mil millones de horas de música en streaming. Más estadísticas aquí.

Todos los unicornios tienen una característica en común: son negocios online. La clave de éxito de todas ellas reside en solucionar problemas mediante sendas plataformas virtuales y apps que complementen su servicio.

Asimismo, ninguna requiere de grandes inversiones materiales. La inversión más importante es sin duda alguna la de personal; un buen equipo, formado y entusiasmado, determina la prosperidad de una startup.

La gran mayoría de las empresas son marketplaces o mercados virtuales donde se juntan vendedores y compradores independientes. Desde BlaBlaCar que une conductores con pasajeros que buscan hacer el mismo trayecto reduciendo el coste del viaje, a Funding Circle que pone en contacto a emprendedores con inversores interesados en sus ideas, buscan crear comunidades con intereses similares. Estos marketplaces aprovechan el efecto de la globalización y la búsqueda de las personas por cubrir necesidades cada vez más específicas.

Por otro lado, los unicornios europeos destacan en el sector Fintech. Hay 5 empresas de esta lista dedicadas a mejorar los sistemas financieros actuales, lo que ha puesto en alerta a los bancos tradicionales, que han comenzado a virtualizar sus servicios y agilizar sus procesos. Londres es la capital financiera por excelencia, ello explica que 3 de los 5 unicornios procedan de la capital inglesa. TransferWise es uno de los unicornios que más ha revolucionado el sector, presentando una solución eficiente para las transacciones
internacionales. Asimismo, Klarna ha transformado la forma de comprar en tiendas virtuales, eliminando la necesidad de pagar con tarjeta bancaria.

Además de los 16 unicornios, existen otras startups europeas muy exitosas, entre las que destaca Skype, adquirida por Microsoft en 2011. No es la única startup escandinava adquirida; King y Supercell, conocidas por sus juegos Candy Crush y Clash of Clans fueron compradas recientemente. La empresa finlandesa Rovio, creadora del popular juego Angry Birds, ha preferido mantener su propiedad con un tamaño moderado, cerrando tan solo una ronda de inversión de 42 millones de dólares EE.UU.

En otros sectores también hay startups que se acercan rápidamente a la barrera de las 3 comas. La tienda de moda online Zalando, así como la app de realidad aumentada Blippar son algunos ejemplos significativos.

 

¿DÓNDE NACERÁ EL SIGUIENTE UNICORNIO?

 ¿Cuál es el lugar idóneo para desarrollar una startup? Es una de las preguntas más comunes entre los emprendedores europeos. Varios estudios y rankings tratan de buscar el Silicon Valley del viejo continente. ¿Londres? ¿Berlín? ¿Estocolmo?

No hay una respuesta clara. Según el listado anterior Reino Unido es estadísticamente el que más unicornios ha visto nacer, por lo tanto podríamos considerarlo la cuna de emprendimiento europeo.

Sin embargo, los desorbitados alquileres, así como el elevado coste de vida hacen muy difícil disponer de recursos para desarrollar una idea viviendo en Londres. Por otra parte, hay una falta de cultura emprendedora. Tal y como defiende Suzanne Noble en «What 2015 Taught Me About The London Tech Scene» la ciudad está aún 20 años por detrás de Silicon Valley. Existe talento y compromiso pero el ecosistema es pequeño y los inversores carecen de educación emprendedora. Sigue existiendo discriminación por edad y sexo. Aquellos dispuestos a invertir esperan encontrarse con la sudadera y actitud de Mark Zuckerberg, sin darse cuenta que existen varios perfiles de emprendedores. Abundan las incubadoras y aceleradores, pero la mayoría no tiene personal con conocimientos y experiencias necesarias para ayudar a prosperar proyectos en etapas tempranas. El único sector que se salva de esta carencia de educación es el financiero, donde existen grandes oportunidades y ejemplos excelentes de startups exitosas.

Hay otra ciudad en auge y que parece haber destronado a la capital inglesa: la alternativa y moderna Berlin. Su gran oferta cultural, así como el desarrollo de una amplia industria creativa tras la caída del muro, combinado con una vida asequible gracias a los alquileres baratos, la han convertido en el lugar escogido por varias startups y jóvenes. Conocida por ser una ciudad multicultural y abierta de mente, es el sitio idóneo para probar nueva ideas. En el último año se invirtieron más de 2.100 millones de euros en empresas berlinesas de los 3.100 millones que se invirtieron en todo el país. Asimismo, en 2015 arrebató el primer puesto a Londres como la ciudad con mayor inversión, tanto en volumen (2.145 millones frente a 1.773 millones de euros) como en cantidad (205 inversiones frente a 132).

Tampoco podemos olvidarnos de las capitales escandinavas, todas ellas con buenos ejemplos de startup triunfadoras. Tanto Estocolmo como Helsinki han visto nacer y consolidarse a empresas como Spotify o Rovio. La excelente educación y gran inversión en I+D+i, junto con una cultura de equipo ha ayudado a sembrar la semilla emprendedora en estos países.

De todas formas, tal y como dijo Pieter van der Does, fundador de Adyen, en una entrevista para TechCrunch “Europa no es como EE.UU. donde Silicon Valley o Nueva York tienen la mayor atracción de extranjeros y talento. Si miras de donde vienen los unicornios europeos hay una lista de ciudades incluyendo París, Amsterdam, Londres, Estocolmo,… en todas hay unicornios.”

 

¿QUÉ PODEMOS APRENDER DE LA MECA DE LAS STARTUPS?

Europa dispone de mucho talento; más aún, hay muchos jóvenes y no tan jóvenes con buenas ideas y ganas de sacarlas adelante. Tenemos mucho por recorrer antes de llegar a tener un ecosistema tan desarrollado con el de Silicon Valley, y mientras tanto conviene aprender de la meca de las startups.

Comparativa de valores de mercado.

 

Tal y como se ve en el gráfico de arriba, el unicornio estadounidense más valioso, Uber, supera con diferencia el valor total de los unicornios europeos, situándose aún más lejos de empresas tecnológicas consolidadas como Facebook, que tiene un valor ocho veces superior a la totalidad de los unicornios europeos y Apple que es casi 15 veces mayor.

Una de las razones por las que esto sucede, es por la falta de cultura inversora. En Europa no es habitual que particulares inviertan en proyectos, delegando esa tarea a los bancos. Los bancos, sin embargo, no invierten, conceden préstamos que los emprendedores temen no poder devolver en caso de fracasar.

El fracaso más que parte de la cultura emprendedora, es la base. El 90% de las startups fracasan en el primer año según Forbes. Una vez pasado el año, la situación no mejora, puesto que comienzan a aparecer imitadores que pueden terminar sacándote del mercado si no eres suficientemente ágil para adaptarte y mejorar. Las ponencias de ilustres personajes de Silicon Valley son conocidas por comenzar con la explicación de la cadena de fracasos que termino llevándoles al éxito. Se enorgullecen de haber fracasado; cuanto más, mejor. Siempre y cuando haya un aprendizaje que poder compartir.

Compartir. Otra palabra clave de la meca emprendedora. Todas las tardes tras la jornada laboral, emprendedores, inversores y toda variedad de perfiles acuden a diferentes eventos de networking para compartir ideas, proyectos y buscar gente con la que conectar. Se habla abiertamente de ideas, se comparan y opinan, sin miedo a que sean robadas. Si a alguien le gusta tu idea, colaborará o invertirá; robar no es una práctica habitual.

Esa falta de miedo al fracaso y a compartir ha ayudado a generar una fuerte comunidad en la que es relativamente fácil acceder a emprendedores de éxito, profesionales e inversores. Estos últimos además, no se limitan a poner fondos, ejercen también de tutores basándose en sus propias experiencias, ya que gran parte de los ellos son antiguos emprendedores que empatizan con los nuevos. Al igual que es transcendental tener un buen equipo de trabajo, es necesario saber escoger a tu board of advisors o inversores-consultores que te ayudarán a salir adelante.

Por último, una política gubernamental pro-emprendimiento favorece la creación de nuevas empresas. Aligerar la burocracia, fomentar las incubadoras y aceleradoras, así como mejorar las ayudas a startups son algunas de las medidas que pueden facilitar que haya más unicornios europeos en el futuro.

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