Ricardo León, exalumno del postgrado “Análisis, investigación y comunicación de datos”, acaba de publicar un interesante artículo sobre la gestión del stock en las farmacias, que se puede encontrar aquí. Una de las lecciones más importantes es que, para interpretar datos, es fundamental conocer la industria, área o sector que se analiza. A continuación, Ricardo nos comenta por qué y cómo ha hecho esta investigación.
La inquietud de este artículo surge de querer reflejar ciertas realidades de la gestión del stock en las oficinas de farmacia a los propios farmacéuticos.
En Checkfarma nos dedicamos a la Optimización del Stock en las farmacias apurando la inversión necesaria y mejorando el nivel de servicio. Pero el/a farmacéutico/a aún está alejado de tener una necesidad acuciante de gestión y de eficiencia.
La realidad es que se puede gestionar una farmacia de muy diversas formas y con muy diversos resultados, como cualquier otro negocio. La actual evolución de contención del gasto farmacéutico empuja a que las farmacias deban controlar y mejorar sus criterios de eficiencia en la gestión del stock, porque ven reducido su margen, por lo que he querido publicar un artículo que ayude a destacar una relación muy interesante entre el “tamaño del surtido” y la “facturación de cada farmacia” en un gráfico de dispersión.
La dificultad no ha sido grande porque partía con una gran ventaja: nuestra propia base de datos. Estoy muy familiarizado con el significado de cada variable y conozco muy bien la casuística de la farmacia y su stock, ya que me dedico a ello desde hace más de siete años desde Checkfarma. Es decir, la clave ha sido el conocimiento previo del sector y contar con una muy buena base de datos (estructurada, trabajada, orientada a explotar esa información). La idea era desvelar el tipo de relación que podía existir entre el “tamaño del surtido” y la “facturación”, y averiguar qué coeficiente de correlación lineal o intensidad de relación podía haber ellas (ha sido alto, superior a 0,7).
Tras conocer estos datos quise profundizar en por qué esa relación no es aún mayor. Creo que la clave está en esa interpretación no sólo de la relación lineal, sino en fijarnos en esa dispersión de los datos para cada tramo de facturación de cada farmacia. Es decir, si una farmacia factura €0,5 millones con 2.000 referencias y otra lo hace con 6.000 referencias, evidentemente las implicaciones de gestión no son las mismas para una que para otra, con sus costes asociados, rentabilidades, formación necesaria para gestionar esa mayor amplitud de surtido.
Y ésa quizás ha sido la mayor dificultad: crear ese valor añadido generado por la información para entender estas relaciones y las posibilidades de ganar en eficiencia por parte de nuestras farmacias.
La lectura en todo este proceso es que trabajando los datos, al final, consigues un valor enorme, porque identificas posibles factores, relaciones, realidades escondidas entre tanto dato. Pero además consigues un valor que se puede traducir en acciones, en este caso, para la farmacia.
La finalidad de este artículo es que espero que muchos farmacéuticos valoren que un surtido bien gestionado y eficiente le hará tener un negocio más saludable.