[:es]Compartimos la presentación de la experta Mariluz Congosto, investigadora de la Universidad Carlos III
Miren Gutierrez
Todavía estamos a vueltas con si se forma gobierno o no, pero ¿quién ganó las elecciones en Twitter? Para Mari Luz Congosto, experta minera de datos, la pregunta estaría mal formulada. Y es que “no por mucho tuitear se consiguen más escaños,” dice. La pregunta correcta sería más bien: ¿cómo se comportaron los candidatos en redes durante la campaña y qué dice de ellos? Bueno, hubo de todo, meteduras de pata, ataques y despistes, así como conductas correctas.
Mariluz Congosto en un momento de su charla en la Universidad de Deusto.
Se puede saber mucho de las personas por cómo actúan en las redes, y eso es precisamente lo que es capaz de ver Congosto con una herramienta que ha creado para analizar y visualizar datos extraídos de Twitter[1]. Un ejemplo es cómo se comportaron los candidatos, sus partidos y sus círculos durante la veda que se establece en la jornada de reflexión, que no respetaron todos.
“Aquí no reflexiona nadie; durante la jornada de reflexión, casi todos tuitearon. Y es que Twitter no se para ni para eso… Entramos en el terreno de la alegalidad,” dice Congosto en una charla que inaugura el lanzamiento del Programa Experto “Análisis, investigación y comunicación de datos”, de la universidad de Deusto.
Durante la jornada de reflexión rigen una serie de prohibiciones legales para hacer propaganda política. Sin embargo, por ejemplo, a las 11:59, Pablo Iglesias lanzaba un tuit que decía “Este domingo la gente corriente va a pronunciar una palabra que siempre le ha sido prohibida: victoria #VotaPodemos20D”, precedido de otros en la misma línea.
“Estos mensajes se lanzan (en el filo de la medianoche) y ya no se pueden parar,” dice la experta.
Y ya comenzada la prohibición, Pedro Sánchez y Mariano Rajoy enviaban cálidas fotografías, el primero con su esposa y el segundo con su perrito.
Quizás lo más chocante fueron los duros mensajes enviados desde @Espeonza, una cuenta dedicada a criticar a la líder del PP y vinculada a Podemos, poco antes de la medianoche.
Durante la campaña destacaron otras cosas. Tuits puntuales, por ejemplo, como el de Rajoy el día 18, que, en tono inusualmente jocoso, hablaba sobre las gafas perdidas en la agresión que había sufrido dos días antes, y que fue retuiteado por decenas de miles de personas.
Otro asunto que destacó fue el supuesto ataque “bolivariano” contra Albert Rivera en mayo del año pasado. Pero a Congosto le picó la curiosidad y desmontó que había detrás del ataque apócrifo. “Yo hasta entonces no había visto ataques directos de ese calibre (en Twitter), así que me metí a mirar de dónde habían salido los primeros tuits”, cuenta Congosto.
En un artículo publicado en El Español, la experta contaba cómo había descubierto que el ‘hashtag’ #desmontandoaciudadanos, que fue trending topic en España y generó más de 80.000 tuits en 24 horas, “no fue un fenómeno espontáneo ni una campaña venezolana, sino el fruto de un plan impulsado por decenas de cuentas afines a Podemos”.
¿Cómo son los candidatos según su comportamiento? “Pablo Iglesias es un hombre tranquilo, que tuitea todos los días,” a un ritmo de unos seis tuits por día, dice Congosto. Albert Rivera tuitea también personalmente con regularidad. Y es que las cuentas con más éxito son aquellas que llevan los candidatos personalmente, y precisamente éstas son las que no bajan el ritmo una vez terminada la campaña. “Son más eficaces los líderes como difusores de contenidos que los partidos, pero éstos últimos son importantes porque generan los contenidos,” dice.
Las ventajas de fijarse en Twitter para observar la vida política son muchas. En esta red social, triunfan el ingenio y la creatividad. “En Twitter no te puedes enrollar, y no todo el mundo es capaz de sintetizar,” dice la experta. Asimismo, el acceso a los candidatos es directo, inmediato y fresco. Y al tuitear, las personalidades emergen y se aviva el debate. “Cuando se caldea, la política tiene audiencias de partido de fútbol.”
Aunque admite que el análisis de Twitter no es, por ahora, una buena herramienta para predecir resultados de elecciones, Congosto asegura que puede detectar cambios de última hora que no pueden captar las encuestas.
Pero existen dificultades. Las barreras para hacer análisis certeros son principalmente tres: no todas las personas están representadas en Twitter, por edad y “porque algunas no se atreven”. Otras barreras para el análisis en Twitter son las personas que tienen hiperactividad y tuitean casi compulsivamente, y las que usan identidades falsas.
Ahora hay que diferenciar entre las conversaciones genuinas y las “marketineras”, que están diseñadas por los aparatos de los partidos y que nada tienen de ingenuas. Y también saber identificar que cada partido tiene su estilo. “PP, por ejemplo, es todo hashtag,” dice Congosto. Así que si estudias solo a los usuarios, por ejemplo, te pierdes una parte del panorama político importante.
Por eso, la experta examinó por separado tres elementos: los #hashtags (tuits que incluyeron hashtags de campaña), los candidatos (tuits que mencionaron a los perfiles de twitter de los candidatos) y los nombres (tuits que mencionaron a los candidatos por su nombre y tuits relacionados con los debates de los candidatos en los medios) a fin de tener una idea precisa de cómo se desarrollaban los debates y la campaña en general. En sus bases de datos tiene clasificados a 700 políticos y políticas españoles, por partidos.
Otra cosa que pudo analizar la experta es cómo se situaron cada partido y sus comunidades durante las diferentes elecciones de los últimos meses. Por ejemplo, en las elecciones de Andalucía de 2015, las visualizaciones dejaban ver la “estrecha relación entre Podemos e IU.
En Madrid en 2015, se veía claramente que Esperanza Aguirre y Manuela Carmena tienen sus propias comunidades, que no necesariamente coinciden con las de sus partidos. Las mismas distancias se pueden percibir entre el PP Madrid y el PP nacional.
En Cataluña, el Cup Nacional, Junts pel Sí y Esquerra “salen muy pegados”.
Finalmente, en las elecciones generales, la actividad en Twitter fue frenética, como se puede ver en la siguiente ilustración, que muestra más de 14.000 tuits por minuto.
La diferencia con otras elecciones es de orden de magnitud, “ha crecido tremendamente la participación, y ya son cantidades difíciles de monitorizar”, comenta la experta.
¿Cómo está evolucionando Twitter? Cada vez más no se recurre a un mensaje de texto, sino contenidos multimedia, que son mucho más difíciles de analizar. “Pero habrá que inventar algo”, añade Congosto. “Además, lo importante ahora no es el número de seguidores, sino qué se dice. Hay plataformas que te venden followers, y no por eso tienes más impacto”.
Otra cosa que ha cambiado en Twitter es que “ahora se retuitea más”. Y de eso tienen la culpa los dispositivos móviles. Antes se tuiteaba desde el ordenador; ahora desde cualquier lado, en los móviles. Y claro, lo que ha aumentado “es lo que produce poco esfuerzo”.
Congosto es licenciada en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid y Máster en Telemática por la Universidad Carlos III. Y ahora está a punto de doctorarse esta misma universidad. Ha trabajado en entornos de investigación en Telefónica I+D, y ha participado en la creación plataformas sociales dedicadas a la divulgación científica. Actualmente es investigadora del Departamento de Telemática de la Universidad Carlos III. Está especializada en minería y visualización de datos.
[1] La captura de datos se ha hecho con API REST de Twitter con el método GET/search/tweets. Los datos se han elaborado con herramientas de t-hoarder para medir las frecuencias de tuits por minuto y la generación del grafo de RT. Los nodos de los grafos corresponden a los usuarios que hicieron al menos un RT de los tuits del hashtag #7DElDebateDecisivo. Los arcos son los RT de un nodo A a un nodo B. El tamaño de las etiquetas de los nodos es proporcional al número de mensajes retransmitidos.[:]