La Convención sobre los Derechos del Niño fue aprobada el 20 de noviembre de 1989 con el objetivo de garantizar la defensa de los derechos de niños y niñas, previamente establecidos en la Declaración de 1959. Fue la primera vez que se reconoció a niños y niñas como seres humanos capaces de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad, y es por ello por lo que la Convención funciona como guía para los Estados, las familias y el resto de adultos que son sujetos de responsabilidades.
Pese a que este tratado internacional fue ratificado por la mayoría de los Estados, a excepción de los Estados Unidos, basta seguir la actualidad para constatar que no son pocas las ocasiones en las que niños y niñas ven comprometido su derecho a desarrollarse y a recibir una educación que les permita desarrollar sus aptitudes en condiciones de igualdad de oportunidades. Además. en muchos casos, sufren abandono, crueldad y explotación.
Con el propósito de analizar el transcurso de estos treinta años y de identificar los retos a los que todavía nos enfrentamos, DeustoForum contó el 12 de noviembre con Luis Pedernera, presidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, quien ofreció la conferencia titulada: “Los derechos de niños y niñas 30 años después: una mirada al futuro”.
Nadie como él conoce los logros y las dificultades para poder avanzar hacia una aplicación plena de los compromisos recogidos en la convención.