Juan Ángel Vela del Campo DIRECTOR CULTURAL DE “TUTTO VERDI”
Multidimensional Verdi
En los ambientes musicales cada vez que se escucha a alguien decir “La Novena” la alargada sombra de Beethoven aparece de inmediato. Hay otros compositores de primerísima fila, como Anton Bruckner o Gustav Mahler, cuyas novenas sinfonías tuvieron un papel fundamental en el conjunto de su producción musical, pero la “Novena” de Beethoven, con su “Oda a la alegría”, de Friedrich von Schiller incorporada, es por así decirlo la Sinfonía de la Humanidad, el himno de Europa. Llegamos también en estas Semanas Verdi de ABAO-Deusto Forum a la novena edición, con la sensación de habernos acercado a Verdi desde diferentes perspectivas, ampliando de esa manera nuestro conocimiento sobre su música y su personalidad. Cuando finalice esta novena Semana Verdi ya serán medio centenar los conferenciantes que nos han visitado para hablarnos de la vida y milagros, de la música y familia, de las óperas y prioridades artísticas de Giuseppe Verdi. Han venido a Bilbao desde Estados Unidos, Italia, Argentina, Uruguay, Bélgica, Cuba, Costa Rica, Venezuela y, por supuesto, desde los lugares más recónditos de la Península Ibérica. Gracias a ellos admiramos y amamos aún más a Verdi.
La novena Semana Verdi está marcada bajo el signo de la multidimensionalidad. Da una vuelta de tuerca respecto a ediciones anteriores a la hora de buscar el corazón secreto del compositor de muchas de nuestras óperas de cabecera. Abre el fuego la catedrática Begoña Lolo, directora del Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid, del que depende la colección de estudios y trabajos científicos agrupados bajo la denominación “Música y musicología”, y cuyo volumen ”Música, Ciencia y Pensamiento en España e Iberoamérica durante el siglo XX” es ya una referencia en el sector, como lo son los concienzudos trabajos de la catedrática de ascendencia bilbaína sobre Don Quijote y la música. Desde su perspectiva científica disertará sobre el tema de Verdi y la investigación.
Desde Las vísperas sicilianas a Macbeth, pasando por Don Carlos, Otello o Aida, Verdi utilizó música bailable o de ballet en varias de sus óperas. Orquestas como la del Metropolitan de Nueva York, con directores como James Levine, incluso han dedicado grabaciones monográficas a esta faceta de la producción verdiana. El profesor Roberto Giovanardi es un auténtico erudito en estos temas. Director de la Asociación de teatros de la Emilia Romagna en Italia, su presencia en lugares carismáticos de la danza como San Petersburgo es continua, siendo profundamente admirado por sus aportaciones. Incluso participó como distinguido orador en los actos de inauguración del espectacular nuevo teatro de la Ópera de Astaná en Kazajistán.
Ya en enero de 2015, Víctor Sánchez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid nos deleitará sobre el tema de las relaciones con España de Giuseppe Verdi. De su viaje por Madrid y Andalucía; de la elección de autores o dramaturgos españoles para algunas de sus óperas, como Antonio García Gutierrez o el Duque de Rivas; de las citas de lugares de nuestra geografía como Zaragoza, Sevilla o Bilbao. Víctor Sánchez lleva muchos años con una dedicación permanente a este tipo de correspondencias y ha escrito el libro “Verdi y España”, todo un descubrimiento sobre un aspecto de la vida del compositor que ilumina sobre muchas de sus decisiones.
La afición gastronómica de Verdi no ha sido tan divulgada como la de Rossini, seguramente porque el cisne de Pesaro tenía más fantasía creadora en este campo y el austero Verdi destacaba en su admiración por los productos naturales comestibles de la tierra. Sin embargo se ha escrito en la Editoriale Giorgio Mondadori un libro de varios autores sobre “Cenando con Verdi”, con ediciones en italiano e inglés y prólogo de Angiolo Carrara Verdi, y hasta se han editado ensayos, de Francesco Attardi Anselmo y Elisa de Luigi en la serie “Opera gastronómica” de Siglo XXI Editores, como “Un festín para Lady Macbeth”, la protagonista de la ópera Macbeth, o “Un festín para Aida”. Reunir en la misma mesa académica a dos de los mejores cocineros del mundo, Joan Roca y Andoni Luis Aduriz, es un acontecimiento. ¿Qué puede pasar este día? Cualquier cosa y, sin duda, sabrosona. Ya en ABAO se tiene el precedente de las recetas que preparó para su publicación Ferrán Adriá a propósito de la ópera Falstaff.
El musicólogo y ensayista José Luis Téllez no necesita presentación. Su apabullante caudal de conocimientos está fuera de dudas, como en las publicaciones del proyecto Tutto Verdi ha quedado sobradamente demostrado en sus ensayos sobre Il trovatore y Falstaff publicados en los libros Stride la vampa y Una lama de Bilbao. Se conoce menos de Téllez su registro cinematográfico, salvo en los círculos especializados, siendo como es una auténtica autoridad en la materia desde hace décadas Su último libro, Paisajes imaginarios, es un ejemplo de ello. Con una cita muy sugerente sobre Verdi comienza la película Novecento, de Bertolucci. Pero no les adelantamos nada más. Se van a llevar más de una sorpresa al conocer cómo el cine ha recuperado y utilizado la imagen de Verdi.
Cierra el ciclo una persona muy entrañable para todos nosotros: Fernando Bayón. Por su condición de investigador de la Universidad de Deusto, por su fidelidad incondicional a estas Semanas Verdi, por su contrastada sabiduría sobre la ópera. Bayón es de la casa. En realidad, de las dos casas, la universitaria y la operística. Qué mejor representante para cerrar estas jornadas multidimensionales. Las novenas, ya. Con permiso de Beethoven, Verdi podría sentirse orgulloso de esta “Novena” si levantase la cabeza.
Joan nos cautivó con sus explicaciones sobre su concepción de la cocina y las sensaciones, y proyectó un corto de “El somni” (Una ópera en doce platos, un banquete en doce actos), que él define como una obra total, multidisciplinaria, analógica, digital, real, onírica, cibernética y gastronómica. Ópera, electrónica, poesía, 3D, artes escénicas, canto, filosofía, pintura, cine, música y cocina. Podéis encontrarlo en el siguiente enlace: 
mundos, el gastronómico y el musical. Jugó al engaño con la voz del contratenor vitoriano Carlos Mena, y con su carpaccio de sandía que, como podéis ver, parece lo que no es.
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